Desde la Unidad Didáctica (UD) del Proceso de búsqueda de empleo
debemos hacer hincapié en que la formación puede marcar la diferencia para que
un técnico de selección nos contrate o decida no hacerlo. El mercado laboral
hoy en día cambia constantemente, y esto obliga a que los trabajadores además
de poseer una formación reglada, que es la que se imparte por ejemplo en
colegios, institutos o universidades, tengan que tener, en su caso una
formación ocupacional, como por ejemplo un certificado de profesionalidad para
poder acceder a un puesto de trabajo concreto, o un curso de jardinería, pero
además cada vez más el mercado demanda una formación continua, que la podemos
llamar “reciclaje”, y debemos entender que las empresas necesitan invertir en
esta formación y los trabajadores también deben hacer un esfuerzo en formarse.
Es en este último tipo de formación en la que voy a incidir más en este post.
Por ejemplo, por la parte que me toca, entiendo que un jurista
debe conocer los cambios normativos que se producen en su ámbito profesional
para dar la mejor solución a su cliente, y que este cuando vuelva a tener otro
problema le vuelva a llamar. Lo mismo ocurre con la contabilidad o las nóminas,
ya no se hacen a mano, sino con sofisticados programas informáticos, que no son
perfectos, cada uno tiene sus pros y sus contras, pero son mucho más rápidos y
precisos que hacerlo a mano. En muchos casos la propia administración pública
así lo exige, por ejemplo, para ciertos trámites con la Seguridad Social, a los
graduados sociales se nos exige estar colegiados y hacerlos por internet.
También se nos exige para facilitar la labor inspectora porque si no las
empresas pueden ser sancionadas según lo establecido en la Ley 5/2000 de
Infracciones y Sanciones del Orden Social. Porque la jurisprudencia entiende
que entregar a un inspector miles de folios en lugar de un documento en pdf
puede hacer que su labor inspectora se dilate en el tiempo y suponer un
perjuicio y una obstrucción.
Por tanto, muchas veces, esta necesidad de reciclaje excede el ius variandi o poder de decisión del empresario
dentro del ámbito de su empresa, y no depende solamente de que los empresarios
saben que no están solos en el mercado y deben competir contra otras empresas y
los avances tecnológicos les producen ventajas o desventajas competitivas según
si sus trabajadores están formados para usarlos o no.
La realidad es que se han llegado a producir despidos por la
resistencia al cambio dentro de las organizaciones, pero este tema es tan
amplio que me gustaría tener la oportunidad de hacer una tesis doctoral en este
sentido en un futuro, porque creo que los resultados obtenidos nos podrían
ayudar a todos. Tanto empresarios como trabajadores deben entender que el
mercado laboral de hoy en día no es el que teníamos en el siglo XX, ni en
siglos anteriores por multitud de factores como la aceleración del ritmo
histórico, el impacto de internet y las nuevas tecnologías, etc…, o la
inestabilidad económica que sufrimos en un escenario global. Desde RRHH creo
que es coherente y beneficioso ser transparente con los trabajadores y explicar
muy bien los cambios que la empresa quiere realizar a todos los actores
implicados y tener en cuenta sus opiniones, porque ellos son los protagonistas
y tienen su perspectiva, y así se evitará la resistencia al cambio si todos
entienden que es beneficioso para todos, es decir, llegar a un acuerdo de los
que en administración y dirección de empresas llamamos win-win, donde
todos salimos ganando y contentos del acuerdo alcanzado.
Muchas gracias.
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